jueves, 18 de octubre de 2018

De tanto bueno que tenemos... Elijamos

La semana pasada escribí un artículo donde os hablaba del orgullo que sentía por ser cazador, de lo que me enriquecía la caza como individuo, de cómo ésta también enriquecía al entorno y en general traía diferentes argumentos en favor de la actividad cinegética, tanto plausibles, como otros más pasionales. Si no lo viste, o quieres recordarlo, puedes leerlo aquí.

Tras ese repaso que realicé, quisiera hacer una reflexión, una petición y una reiteración, y con ello no quisiera sentar cátedra, ni decir a nadie lo que tiene que hacer, pero si bien, sí intentar replantear las cosas a más de uno, pues la imagen de todo un colectivo está en juego.

Reflexión 

La caza es una actividad que conlleva muchas cosas, o bien es el conjunto de esas cosas. Empezando por las tareas de gestión,  tales como limpieza de monte, manutención de las especies por medio de creación y llenado de bebederos y comederos, observación del medio... . Podemos proseguir con el cuidado y crianza de nuestros perros, con la selección y manutención de nuestro equipo material, etc. 
Luego llega el día de cazar, en el que comienza con los actos sociales con compañeros, amigos y familiares, donde en torno a un plato de migas, u otro similar, compartimos ilusiones, esperanzas, nos ponemos al día o bien contamos batallitas. 



Y nos vamos al campo, donde disfrutamos de rutas maravillosas, contemplamos entornos increíbles, vemos flora...Comienza la caza, y ahí disfrutamos del trabajo de los perros, de los sonidos que estos producen, si estamos de Montería del ruido de los rehaleros, y si la fortuna nos asiste puede que incluso podamos ver fauna, en lances y carreras, y si todavía la suerte nos es más propicia quizás hasta seamos nosotros los que protagonicemos estos últimos. Si la destreza nos acompañó puede que hayamos conseguido abatir un animal, para nuestro propio gozo, pues en sí mismo ese animal es todo un tesoro.Al finalizar toca volver a la junta, donde nos volvemos a reunir con los compañeros y allí en torno a un plato de comida, nos contamos los pormenores de la jornada y si hace falta hasta un par de mentirijillas piadosas. Lo mejor de todo es que con esto, la jornada no acaba, pues con la carne de las piezas abatidas, más adelante podremos degustar exquisitas recetas, con una carne excelente y saludable.




Digo yo, con tantas cosas que tiene la caza, con tantas imágenes diferentes entre las que escoger, ¿porqué muchos de nosotros y de forma mayoritaria nos limitamos una y otra vez a publicitar y mostrar en RRSS la imagen de la pieza o piezas abatidas o si acaso vídeos de los lances? O peor aún ¿a publicar fotos de terceros sin ningún tipo de filtro de esas piezas abatidas o vídeos de lances?

Parece que sólo damos importancia a matar y a presumir de lo matado. Francamente para mí cazar son todas las cosas comentadas antes, y toda una ética y de respeto y me entristece que sólo ofrezcamos una imagen de muerte al mundo. Por no mencionar como ofrecemos esa imagen, pues en muchas ocasiones el respeto por la pieza abatida es nulo, viéndose imágenes con las piezas en charcos de sangre, con vísceras por aquí y por allá, con otros animales siendo desmembrados y desviscerados alrededor.
¿De verdad queremos que esa sea la imagen que ofrecer al mundo de un día de caza? ¿Solo sabemos transmitir muerte y sangre de entre todo lo que tenemos?

Hay que comprender que en el mundo que hoy en día vivimos, las imágenes dicen de nosotros lo que somos, y qué con las RRSS, éstas llegan muy lejos, y no sólo a gente que nosotros queremos llegar, también llegan a gente que busca sacar de contexto todo lo nuestro, de negativizar la caza, y con ciertas actitudes e imágenes se lo ponemos en bandeja. 

Así mismo, francamente, a mí como cazador, evidentemente estás imágenes no me van a sorprender pues convivo con ellas, y soy muy consciente de que la caza como término de su realización es dar muerte, pero que las conozca o sea participe, no implica que me gusten dichas imágenes, es más, me desagradan. 

Petición

Como en todo, se puede elegir. Se puede elegir que mostrar, que queremos transmitir por medio de nuestras imágenes qué es la caza. Insisto nuestros destinatarios finales sobre todo es RRSS pueden no ser los que nosotros queremos. Hay que seleccionar que queremos trasmitir sobre nuestra actividad, si son sólo las piezas abatidas, o si es algo más, y desde aquí animaros a esto último por todo lo expuesto anteriormente.



Si nos decidimos por compartir imágenes de nuestras piezas o de nuestros lances, que ojo no lo veo mal, yo también lo hago, que apostemos por ensalzar los animales como merecen, optando por que sean mostrados en posiciones donde la belleza de éstos sea la mejor posible. Primar por escenas limpias, donde la sangre o las vísceras no tengan cabida, en su entorno siempre, no poner de escusa no tuve tiempo, si para cazar una pieza podemos invertir días, que son en comparación 10 minutos para buscar una buena imagen.

(Imagen ganadora de la primera edición de los premios playmocaza a la excelencia cazadora, de Gonzalo Varas)

Si posamos junto a los animales abatidos, hagámoslo guardando un respeto, posando a su altura en vez desde posiciones de superioridad, sin usarlos como sillas o alfombras, sin ridiculizaciones de éstos. Son un regalo del campo, y como tal, los regalos no se desprecian, se agradecen y se cuidan.


(Imagen participante de la primera edición de los premios playmocaza a la excelencia cazadora, de Raúl Blázquez)


Reiteración

Asumir que al participar en redes sociales o de cara a un tercero, pone ya en tela de juicio lo que hacemos,debe ser premisa. Que las imágenes hablan por si solas y son mucho más potentes que las palabras, es una realidad. Elige bien que compartes y piensa que aquello que haces puede no sólo titularte a ti como individuo sino a todo un colectivo, como ocurre hoy en día con las imágenes de caza.

La libertad de expresión por bandera, no tienes porque estar de acuerdo con lo comentado aquí, pero piensa que por mucho que nuestra actividad este reglada y sobre todo que sea necesaria, que es un bien para el campo, hay grupos que negaran la mayor, nos pondrán (o ya nos ponen) a los pies de los caballos, y pondrán en tela de juicio lo que hacemos, y buscarán (buscan) prohibirlo . Y lo peor, por desgracia, es que los veredictos de dichos juicios, no los harán cazadores, ni tampodo quienes están en el campo día tras día, no. La elección la realizará la población total, que mayoritariamente viven en ciudades y alejados totalmente del mundo rural, de sus tradiciones y de sus necesidades. Gente que para juzgar no buscarán razones ni argumentos, pues hoy en día la gran parte de la sociedad no los quiere, y si le llegan no lo leera, eso es demasiado tiempo a invertir, buscarán algo más rápido y por ello es más que probable que atiendan a las imágenes que de un vistazo ya les dará información, da igual si sesgada o enfocada a.



Por todo esto me reitero en saber elegir qué queremos mostrar de la actividad cinegética. Ojo, no es esconder, no es tapar, pero buscando un simil entendible, la gente necesita hacer sus necesidades, todo el mundo necesita hacerlo, pero por mucho que se necesite y sea importante para el humano hacerlo, no vemos a diario, ni compartimos imágenes de como lo hacemos ni de su resultado. Pues esto es lo mismo, es saber elegir.

En el caso del aprovechamiento de la carne de los animales cazados, no es necesario mostrar desmembraciones, ni visceras, con mostrar el plato es más que suficiente.

La caza y lo que mostramos de ella, importa, y mucho, sigue un instinto de buen gusto, de ensalzar la actividad y no te equivocarás.





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