miércoles, 26 de diciembre de 2018

La caza es recuerdo y nostalgia



La caza es muchas cosas para la gente que la practica. Desde una pasión hasta una forma de vida, según los casos. Puede ser una manera de conectar con el campo, o la escusa perfecta para disfrutar de la compañía de amigos y familia. No hay que olvidarse la gastronomía, ¿quien no disfruta de las migas o de un buen guiso con la gran carne de la especie abatida?

Yo hoy quisiera hablaros de otra faceta, y es la del homenaje y la del recuerdo. La caza se agarra con fuerza en nuestra memoria no dejándonos olvidar ni la primera vez que fuimos de caza, ni aquel primer lance a conejo, o aquella tarde gloriosa en la que nos hicimos novios.

Tampoco de días memorables como aquel en donde calado hasta los huesos con un aire de mil demonios, y sin ni ver a los perros, seguías con la ilusión intacta de volver al monte... ¡Qué nos gusta contar batallitas! Escucharlas también, pues permite, como cuando abres un libro, poder vivir a través de esa historia una experiencia, otra vida y con ello aprender. A todo joven que lea esto le recomiendo que no deje de preguntar a sus mayores, que le cuenten sus anécdotas y se empape de ellos. Qué no dé todo por sabido pues cada historia es una lección y en esto de la caza, nadie deja nunca de aprender.

Supongo que además la caza cuando uno ya no puede salir por la causa que sea, nunca se termina yendo al menos de la cabeza. Mi abuelo desde la humildad de sus escapadas de caza, me las contaba por pocas que hubieran sido. Y las vivía con fuerza e intensidad en su mirada. Mi padre incluso que aún caza o yo mismo que si apenas estoy empezando no dejamos de recordar nuestras vivencias, y como nosotros, pues todos. A fin de cuentas me gusta pensar que los cazadores somos cazadores de recuerdos y de historias.

Decía que la caza es recuerdo y es nostalgia. Muchos al cazar no pueden dejar de emocionarse pues con cada paso que dan por el campo, o en cada perdiz que consiguen, no sin esfuerzo abatir, no dejan de acordarse de gente que antes estaba con ellos, personas con las que compartían esperanzas, ilusiones y también desazones, otras de las que aprendieron los entresijos del campo, y otras simplemente a las que guardaban afecto por el simple y mundano hecho de mantener lazos de caza. Para muchos son amigos, para otros son hermanos, tíos, padres o abuelos. Es curioso como tras un cuchillo de caza, tras un lance o incluso tras un paraje concreto puede esconderse la nostalgia hacia una o unas personas. Cazar y recordar a los que no están, es todo un homenaje y que curioso es que estos lazos que se generan en la caza sean tan fuertes, pero reales como la vida misma.

La verdad de este asunto es clara como el agua que corre por el arroyo, y no es otra que la caza es mucho más de lo que quieren vender los que la atacan y no la conocen. Evidentemente quien no lo quiera ver nunca lo hará, entre tanto que me disculpen, hoy salgo de caza y voy por un lado a recordar a los míos y por otro voy a seguir atesorando momentos para cuando los necesite disfrutar.



DANI GOMEZ @PLAYMOCAZA



NO PUEDE OPTAR A PREMIO, FUERA DE CONCURSO.



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