Javier Gil




Mi nombre es Javier Gil, tengo 23 años y os voy a contar mi andadura en el mundo natural, y en simbiosis con él, la caza.

Mi afición a la naturaleza, por llamarlo de alguna forma, ya que para mi creo que es algo innato en todo ser humano, más que afición, amor, se remonta a cuando tan solo tenia tres años, en aquellos tiempos aunque parezca irreal, mi memoria guarda recuerdos, mi padre y maestro me llevaba en sus paseos al campo, acompañado de unos pequeños prismaticos que parecían de juguete y nuestros perros.

Recuerdo como me iba señalando pajarillos para que los mirara a traves de ese artilugio que para mi, me parecía asombroso poder ver animales tan cerca estando tan lejos.

Ese año solo andábamos por el monte observando y sintiendo lo que sólo la naturaleza puede darte, paz, pero al año siguente, llego lo más esperado, mi primer día de caza, y como no, a la modalidad favorita de mi padre y maestro, que ahora también es la mía, la caza menor con perro.



 Recuerdo que ese día fue cuando conocí a mi primo Guillermo, el que luego sería una pieza indispensable en mi vida y el mejor compañero de mis días pisando barro. Fué un día inolvidable lleno de aventuras, pocos disparos, pero mucha diversión, y así es como comenzó la rutina de salir al campo todos, todos los fines de semana que había caza, nos juntábamos los mismos, y saliamos a pasear nuestros perros al monte, para mi, todos ellos era  como si fueran mi familia.



Ya en la adolescencia, con más uso de razón, y habiendo manchado las botas de barro muchas veces, empecé a reflexionar lo que representaba la caza para mi persona, madurando está idea hasta el día de hoy en la que sigue en crecimiento y evolución constante. Me di cuenta de que la caza, es una parte más de la propia naturaleza, todo está relacionado, todo está conectado, la naturaleza es el cúmulo de seres y conexiones entre ellos en completa armonía, que hace que la misma, pueda existir. Entonces, te preguntas..... ¿Mi vida contiene una función en este mundo? La respuesta es Si todo ser tiene una función en la cadena, y la mía, es el cuidado y preservación de lo que nos ha hecho ser quienes somos, ella, la naturaleza, ella nos ha dado y nos da de comer, nos ha dado y nos da cobijo, nos ha hecho evolucionar desarrollando el raciocinio, aspecto que nos diferencia de los demás seres vivos del planeta, pero ¡ALTO!, en lo más profundo de nuestro ser, seguimos siendo animales, seguimos teniendo instintos, aunque no sepamos diferenciarlos muchas veces, y lo primero que nos permitió evolucionar, fue la creación de herramientas, ¿y para que?, para cazar, para obtener un alimento, para vivir, al igual que un águila real evolucionó desarrollando una vista envidiable a parte de muchos mas aspectos, ¿y para que? para cazar sus presas y  sobrevivir, nosotros eramos ese águila.

En el mundo moderno, globalizado e industrializado, ya no hace falta cazar para sobrevivir, y refiriéndonos al polémico tema social actual de la carne, yo prefiero comer un animal, el cual pasa la totalidad de su vida en libertad, de forma natural, siendo parte del ecosistema, y lo más importante, con la oportunidad de escape a la que, yo, otro animal, le aceche para cazarlo, y si sois tan malos como yo, esa probabilidad es muy alta.... Que ir al supermercado y comprar para comer un animal que vive encerrado, se transporta encerrado, y muere encerrado. Ahí está nuestro querido razocinio, cada vez mas involucionado.

Actualmente, para mi la caza ha sido una excusa para poder salir al monte día si día también, con unos prismaticos y sin arma la mayoría de los días, a sentir y aprender de la naturaleza, porque aunque la gente de cuidad no se lo crea, la naturaleza te enseña por si sola, y todos los días de campo vuelves con algo nuevo aprendido a casa.



Salir al campo es la forma de conocerla, de quererla, y lo mas importante, de cuidarla y tener consciencia de ello. Por eso mismo, la acción de la caza, debe de ser lo mas ética, natural y respetuosa posible con la totalidad del medio.
Si nosotros la cuidamos a ella, ella nos cuidará a nosotros.



Finalmente y con el objetivo del desarrollo de una caza Ética y Responsable, junto a cuatro compañeros más con las mismas inquietudes y pensamientos, nació la idea de crear JOCAMA (Jóvenes Cazadores Madrileños) y en nuestros casi tres años de andadura en la lucha de un cambio del sector, y de su imagen real completa en todo lo que conlleva el acto de cazar, como he comentado anteriormente, estamos muy satisfechos de los pequeños pasos que hemos dado, y seguiremos dando hasta llegar al final de nuestro sendero, defendiendo un derecho natural, educando en la ética y la responsabilidad que tiene la que para mi es la mas difícil de todas las gestiones, que es la gestión de la fauna, o gestión cinegética. Compartiendo momentos, experiencias, aprendiendo, enseñando, conociendo, y como no, pisando barro, pasando frío, y aún así, disfrutando de estar en la naturaleza y siendo consciente de que tú, eres una de las partes por la que ella, sigue viva.







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